miércoles, 30 de mayo de 2012

Ríos del desierto chileno

     En el N de Chile (en lo que allá es llamado el Norte Grande, es decir, desde el río Copiapó hasta el límite con Perú) se encuentra el desierto de Atacama, que suele ser considerado el sitio más seco del mundo: un promedio de precipitaciones que en determinados lugares arroja menos de 1mm al año. Esto no quiere decir que no llueva nunca, sino que cae un chaparrón cada varios años; y a pesar de caer poca agua, provoca inundaciones momentáneas y un repentino rejuvenecimiento de las flores, que esperarán hasta la próxima caída de agua para volver a crecer por pocos días, hasta secarse luego de haber garantizado la polinización -y, por lo tanto, su reproducción-.




    Casi en la frontera con Perú se extiende el río Lluta, gracias al cual obtienen agua los habitantes de Arica. Su régimen es pluvial, debido a lluvias que caen en el Altiplano (no muy lejos del límite con Bolivia y Perú) en enero y febrero. Su longitud es de apenas 147 km, y su cuenca, de pobres 3.400 km2. Más sorprendente aún resulta saber que en sus últimos 70 km se ha desarrollado un mini-oasis de cultivo, que provee de vegetales frescos básicamente a Arica, teniendo en cuenta su caudal promedio: ¡2,3 m3/seg.!

     Y ya que estamos con cuestiones sorprendentes: la foto es del Lluta a la altura del puente de la carretera Panamericana, a poca distancia del límite entre Chile y Perú, y cerca de su desembocadura en el Pacífico. Lo extraño es que el comentario añadido originalmente a esta imagen habla de... ¡anegamientos por inundación! A eso me refería en el primer párrafo, ya que un mínimo aumento del caudal provoca complicaciones (más allá de lo útil que resulta).








     El río Loa es el más largo de Chile, con unos 440 km de longitud; su cuenca es también la mayor del país trasandino, con unos 33.500 km2. Así y todo, su caudal medio no es más que de 2,43 m3/seg. Estamos ante una de las únicas (y la mayor) fuentes de agua de la zona más árida del mundo, y en ese aspecto hay que entender su importancia: abastece de agua a Calama -aprox. 140.000 hab.- y permite cultivos de hortalizas en sus alrededores, además de brindar el recurso hídrico a Chuquicamata, la mayor mina a cielo abierto del mundo (se obtiene cobre). Las fotos muestran su paso por una quebrada transversal a la cordillera de la Costa, y por la puna de Atacama.




     El límite S del desierto de Atacama lo configura el río Copiapó, que corre junto a la ciudad homónima. Sin embargo, el uso de sus aguas para la minería y la agricultura está provocando el riesgo de falta de líquido para el consumo humano, ya que se consume más agua que la que el río envía. 




domingo, 27 de mayo de 2012

Ríos de la costa peruana

     Al S del estuario del Guayas cambia notoriamente el clima. La región peruana de la Costa se caracteriza por tener un clima desértico cálido (aunque la Corriente del Niño, del océano Pacífico, provoca fuertes lluvias e inundaciones aproximadamente cada 10 a 15 años, especialmente en el N de la región). Ya desde hace miles de años, las culturas indígenas crecieron en torno a estos cursos de agua que les brindaron la posibilidad de cultivar el maíz, que junto al pescado fue (y sigue siendo en el Perú actual) su principal fuente de alimento. De N a S, los ríos más importantes son el Piura, el Santa, el Rímac, el Pisco y el Ica. Todos ellos, y los demás no incluidos en esta síntesis, nacen de los deshielos andinos y permiten el desarrollo de ciudades y actividades agropecuarias en la costa; donde en la actualidad se hallan la mayoría de la población y de las riquezas peruanas.


     La primera imagen corresponde a un puente destruido durante la inundación del Piura, en la ciudad homónima, en marzo de 1998. El caudal creció hasta un total de unos 4.400 m3/seg. (unas cuatro veces más que el caudal promedio) debido a las lluvias provocadas por la Corriente del Niño.

     El Callejón de Huayla es el lugar donde cavó su quebrada el río Santa, para avanzar primero de S a N y luego de E a O, y así alcanzar el Pacífico. Tanto en su tramo andino (Chavín de Huántar) como en el costeño (Moche, Lambayeque, Chimor) sus aguas permitieron la existencia de varias de las principales culturas prehispánicas del Perú.


     El Rímac no es un río muy caudaloso, ni muy largo tampoco. Su importancia está en que a sus orillas, cerca de su desembocadura, los españoles fundaron Lima como capital del Virreinato del Perú. 
      Luego de su nacimiento en los Andes y de cruzar por la Cordillera de la Costa, el río pasa por el N de la capital peruana antes de volcar sus aguas (ya contaminadas desde las orillas limeñas) al Pacífico. 



     Desde el Rímac hacia el S, los ríos son mucho menos caudalosos. El Pisco (siguiente foto), con una crecida que alcanza a sólo unos 40 m3/seg. (comparar con el volumen hídrico de los mayores ríos americanos) es señalado en el comentario adjunto a esta foto como capaz de inundar a la ciudad homónima, situada en su desembocadura y que sufrió un terremoto en 2006.


     Apenas al S del Pisco avanza el Ica, con una aceptable cantidad de agua (promedio de 600 m3/seg.). En las zonas regadas por estos dos ríos se desarrollaron las culturas prehispánicas de Paracas y Nazca.


     

Cuenca del estuario de Guayas


     Los ríos que al unirse conforman el Guayas avanzan hacia la costa desde la región andina. De ellos, el principal es el Babahoyo (foto superior). La cuenca tiene unos 40.000 km2 y es la más extensa de las correspondientes a la pendiente pacífica sudamericana; salta a la vista la diferencia respecto a las cuencas de la pendiente atlántica (Amazonas, Paraná/del Plata, Orinoco) y de la pendiente Caribe (Magdalena, Atrato). 


     El Guayas es en realidad un estuario que nace en la confluencia de los ríos Babahoyo y Daule, justo donde se ubica la ciudad de Guayaquil. La misma es la que cuenta con mayor número de habitantes del Ecuador (según datos actuales tendría unos 2.635.000 hab., casi lo mismo que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), más allá de que la capital sea Quito, en la región Andina (unos 2.240.000 hab.). 



Río Esmeraldas

     El Esmeraldas es uno de los dos cursos de agua más caudalosos que desembocan en el océano Pacífico desde territorio ecuatoriano. Al igual que la enorme mayoría de los ríos de la pendiente del Pacífico en Sudamérica, sus nacientes se hallan en los páramos andinos, allí donde las nieves eternas se licúan y forman torrentosos arroyos de montaña. Una vez superada la cordillera, el clima cálido y húmedo da lugar a un bioma selvático, tal como nos muestra la primera foto del Esmeraldas. Asimismo, el color de sus aguas nos explican el por qué del nombre.

     La provincia homónima se halla en el NO ecuatoriano. En ella se obtienen los dos mayores recursos exportables del país: petróleo y bananas. Para explotar los cultivos tropicales (azúcar, cacao, bananas) los españoles adquirieron gran cantidad de esclavos africanos. Por eso en la actualidad, la población de las provincias costeras del país es en su mayor parte mulata o negra. El puerto de Esmeraldas, capital provincial, se encuentra a unos 5 km de la desembocadura del río.




     

Otros ríos de las Guayanas



     El Demerara corre pocos kilómetros al E del Esequibo. Su longitud (346 km) y caudal son muy inferiores a las de aquél; pero también es navegable en gran parte de su curso y su importancia radica en que a sus orillas se encuentra Georgetown, la capital de Guyana, poco antes de su estuario. Además, en sus riberas se encuentran los principales yacimientos de bauxita (mayor riqueza minera del país). En la segunda imagen se ve el paso del Demerara junto al centro de Georgetown.

     Guyana significa "Tierra de las Aguas" en la lengua utilizada por los indígenas de la región. La foto de esa espectacular catarata les da la razón. En términos geológicos, se adivina la dureza de las rocas del Macizo de Guayania, de origen precámbrico, que en más de 500 millones de años todavía no pudieron ser socavadas por ese río que debe saltarlas.
      El límite entre Guyana y Suriname (o Surinam) es natural, formado por el río Courantyne (siguiente foto) y uno de sus afluentes, que nace en el punto tripartito de la frontera con Brasil. Se puede observar el típico relieve de meseta escalonada del macizo guayanés y, al igual que en las imágenes precedentes y posteriores, el bioma de selva característico de la región. 
     
     A continuación, una imagen hermosa del río Maroni, frontera entre Suriname y el departamento de ultramar francés de Guyane (Guayana Francesa para nosotros). A pesar de no ser especialmente largo, tiene un caudal medio de unos 1.700 m3/seg.
  
     Y por último, una foto del río Oiapoque cerca de su desembocadura. Este es el límite natural entre la Guyane y Brasil.




sábado, 26 de mayo de 2012

Río Esequibo

     El Esequibo fue visto por primera vez por europeos en 1499, por un piloto de una de las naves del tercer viaje de Cristóbal Colón, de apellido Esquivel (de ahí surge su nombre). Históricamente fue el límite entre la Capitanía  General de Venezuela (en su margen izquierda, al O) y los territorios de otras potencias coloniales europeas (primero holandeses, luego ingleses) al E. Pero a mediados del s. XIX los ingleses ocuparon gran parte de su costa occidental: en la actualidad, esa región es más de la mitad de la superficie de la Rep. Cooperativista de Guyana (la antigua Guayana Inglesa), pero sigue siendo exigida por la Rep. Bolivariana de Venezuela (que la reconoce como una de las ocho provincias que ayudaron a pelear por su independencia).
     Ese reclamo, comparable al argentino sobre las Malvinas, es lo que se observa (rayas rosas y blancas) en el mapa: la mayor parte del territorio de Guyana formaba parte del estado venezolano, y la protesta sigue siendo elevada hasta ahora en la ONU.
     Tepuy Roraima, en la frontera entre Brasil, Venezuela y Guyana, es donde nacen el Esequibo y varios de sus afluentes. La sierra, con casi 3000 mts. de altura, muestra las huellas erosivas en sus cimas achatadas.

     La desembocadura se da en forma de estuario: es el segundo en anchura del continente americano (tras el rioplatense), con unos 20 km entre ambas orillas al verter las aguas en el mar.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Cuenca del Orinoco III: río Caroní

     Se trata del mayor afluente del Orinoco por su margen derecha, a tal punto que aporta (en promedio) el 15% del total de sus aguas en la desembocadura. Es uno de los ríos más caudalosos del mundo si se relacionan sus variables extensión-caudal: 950 km de recorrido, 4.850 m3/seg. de caudal promedio. Sin embargo, su régimen es muy irregular. Hay una enorme diferencia entre la cantidad de agua que transporta en los meses de lluvia y los meses de sequía (los registros extremos marcan un máximo de 17.576 m3/seg. y un mínimo de 188 m3/seg.: ¡100 veces más grande o más chico!). La fotografía es de la desembocadura del Caroní en el Orinoco, entre Puerto Ordaz y Ciudad Bolívar. Las aguas ocres del Orinoco traen sedimentos arcillosos; las negras del Caroní, restos vegetales no del todo asimilados.

     El Caroní nace en el S venezolano, junto al límite con Brasil. Recorre el macizo de Guayania, una de las estructuras geológicas más antiguas y resistentes de Sudamérica. Por eso, a pesar de centenares de millones de años de erosión, ha debido superar ciertas estructuras mediante saltos: el Salto del Ángel (ya visto en la entrada referida al macizo de Guayania) es la mayor cascada del mundo, con 976 mts. de caída.

   Pero no es este el único escollo: toda la cuenca del Caroní, como las de todos los ríos de la meseta formada por este macizo precámbrico -al igual que los del macizo de Brasilia en las zonas donde no se halla bajo la superficie actual, y lo mismo del macizo Patagónico- debe superar múltiples saltos: en este segundo caso, el Kukenán, que con sus 610 mts. de caída también se halla entre los 10 mayores del mundo. A eso se refiere exactamente la imagen de una meseta escalonada: poco declive, pero las caídas son abruptas y enormes, como en ningún otro sitio del mundo.
 

     Esta serie de caídas escalonadas permite un aprovechamiento hidroeléctrico incomparable. El río cuenta en la actualidad con cuatro centrales, más una quinta en construcción. De ellas, la mayor es la de Guri, que generó un lago artificial de 4.000 km2 (unos 135 x 30 km) y es una de las 5 mayores productoras de electricidad del mundo -entre las que la superan se encuentran Itaipú y Yacyretá, ver entradas correspondientes a la cuenca del Paraná-.

     Para el final, una imagen del río en su recorrido por las regiones planas de la Guayania:






Cuenca del Orinoco II: afluentes margen izquierda

     De S a N, es decir a medida que el Orinoco va avanzando hacia el delta donde desemboca en el Atlántico, recibe cuatro ríos enormes por sí mismos: el Guaviare, el Meta, el Arauca y el Apure. Todos ellos nacen en las laderas orientales de la cordillera Oriental andina. El primero se halla en territorio colombiano, el segundo (en pocos kilómetros) y el tercero forman parte de la frontera entre Colombia y Venezuela, y el último se halla íntegramente en aquel país. Cuando el río ya volvió a ingresar de lleno en territorio venezolano, recibe también muchos afluentes, no tan caudalosos, de la cordillera Caribe.

     El Guaviare (foto superior, vista satelital donde se aprecian los sedimentos que lleva, debido al color del agua, y sus costas cubiertas por la selva) tiene un caudal medio de unos 8.200 m3/seg., y una longitud de unos 1500 km. Sus orillas marcan la frontera natural entre las sabanas de la Orinoquia (al N) y las selvas de la Amazonia (al S).

     Poco más al N, y también con una avance en dirección SO-NE al igual que el Guaviare, se encuentra el Meta. En la foto se aprecian los manatíes -así como los descritos por García Márquez en el Magdalena- y en el fondo el relieve llano de la Orinoquia. Su longitud es de más o menos 1000 km, y su caudal, de unos 6.500 m3/seg.

     Al N del Meta se halla el Arauca, de un caudal muy inferior -apenas unos 485 m3/seg, en promedio-, pero que en gran parte de sus 1085 km de longitud hace de frontera entre Colombia y Venezuela; y, al igual que los otros ríos mencionados, es navegable en casi todo su recorrido. La imagen corresponde al puente internacional entre Arauca (Colombia) y El Amparo (Venezuela).
     Ya sin salir de territorio venezolano se extienden las aguas del Apure, donde (como se observa en la cuarta foto) también viven los manatíes, única especie cetácea que puede habitar aguas dulces.
     El río tiene casi 1100 km de largo y un caudal de unos 2.000 m3/seg., siendo navegable en la mayor parte de su recorrido. Para darnos una idea del poco declive de los Llanos: su desembocadura está apenas a 20 mts. sobre el nivel del mar, a pesar de que el Orinoco, al recibir sus aguas, todavía debe recorrer varios centenares de kilómetros hasta el Atlántico. En la imagen inferior se ve cómo tanto el Apure como los otros ríos "llaneros" (como se les llama en Venezuela) o de la Orinoquia (en Colombia) al ser mansos y fáciles de navegar, constituyen la principal vía de comunicación de los pobladores de aquellas comarcas. Y de fondo, el típico paisaje sabanero.